5 tipos de leche: Cuántas calorías tienen y otras propiedades nutricionales

La leche es un alimento que forma parte de nuestra alimentación desde que nacemos hasta la vida adulta. Al principio, la mayoría recibe la leche materna, o bien, fórmulas lácteas, pero más grandes es cuando comenzamos a ingerir la leche de vaca, que resulta un alimento bastante recomendado por los nutriólogos por su aporte de proteínas y calcio, particularmente, aunque no siempre es tan benéfica.

En la etapa adulta se habla de muchos contras que tiene ingerir la leche de vaca entera. Por ejemplo, puede causar problemas dietéticos, alérgicos o diversas enfermedades, ya que también son una fuente de azúcares y grasas saturadas que no siempre estamos utilizando y se almacenan a manera de colesterol en la sangre. Para ello, existen otras opciones, como las leches de origen vegetal.

A pesar de esas ventajas, algunos especialistas en la salud señalan que no todas las características de las leches son ideales y más bien uno debe de buscar la que se adapte mejor a las necesidades de cada quien. En lo que la mayoría concuerda, es que la mejor opción, de entre las leches vegetales, son las que no tienen azúcares añadidas, pero veamos las propiedades nutricionales de estas cinco variedades de leche.

5 tipos de leche y sus propiedades nutricionales

1. Leche de vaca (entera)

La leche entera es una fuente de proteínas naturales de alto valor biológico, además de grasas y calcio, lo que es ideal para la etapa de desarrollo de un ser humano.

Algunas marcas fortifican la leche de vaca con vitamina A y D, las cuales actúan como antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico y previenen diversas enfermedades.

Actualmente existen varios tipos de leche de vaca que pueden ser excelentes para cada persona, según sus necesidades. Por ejemplo, puede ser descremada o sin azúcar, lo que puede ser una buena opción para personas que buscan una opción baja en grasa o que son intolerantes a la lactosa.

No obstante, la desventaja es que la leche descremada sufre de una baja de nutrientes como las vitaminas E y K. También es una fuente importante de grasas saturadas, por lo que no es bueno tomarla con tanta regularidad y además representa una industria que para algunas personas resulta una evidente falla a la lucha contra el cambio climático, diversas enfermedades y los derechos de los animales.

2. Leche de almendras (sin azúcar)

La leche de almendras ha cobrado bastante popularidad debido a que tienen bastantes beneficios nutricionales. La mayoría de las marcas adicionan estas leches con vitaminas A, D y calcio, además es muy baja en su cantidad de grasas saturadas y originalmente no contiene lactosa.

También es una fuente muy baja de carbohidratos y azúcares sin embargo, algunas marcas añaden azúcar, almidones y espesantes para mejorar su consistencia, sabor y su tiempo de vida, por ello no siempre resulta tan benéfica. Otra desventaja es que no es fuente de proteínas, por lo que se tendría que compensar esta carencia de otro alimento.

Algunas leches de almendras pueden contener carragenina, la cual puede causar problemas digestivos en algunas personas y además, su elaboración resulta preocupante para el medio ambiente por la necesidad de agua que requiere su plantación y la cantidad de terreno que requiere esta semilla, por lo que los productores podrían estar explotando algunos espacios en contra de otras especies.

3. Leche de soya (sin azúcar)

A diferencia de otras leches vegetales, la leche de soya es una buena fuente de proteína, pero también es baja en grasas saturadas, por eso resulta libre de colesterol y problemas para personas que tienen sobrepeso, obesidad u otras enfermedades metabólicas.

Sumado a ello, estas leches pueden estar enriquecidas con vitaminas A, B12, D, calcio y potasio, lo cual resulta excelente para fortalecer las defensas, la salud ósea y la presión arterial.

Entre las desventajas de esta leche se encuentra la presencia de algunos ingredientes espesantes para mejorar la consistencia y su tiempo de vida, además de que la soya puede ser alérgica para algunas personas.

De igual manera, la mayor parte de la producción de soya en Estados Unidos es modificada genéticamente, por lo que resulta preocupante para algunos los posibles efectos que pudiera tener a futuro.

4. Leche de arroz (sin azúcar)

A pesar de que es una leche baja en grasas, es una fuente importante de carbohidratos, por lo que esta leche no es tan recomendada para personas que tienen problemas de obesidad, diabetes u otra enfermedades metabólica.

Al igual que otras leches de origen vegetal, puede contener aditivos, por lo que habría de revisar el empaque; no obstante, la ventaja con esta leche es que no es alergénica, por lo que para personas que son sensibles a la lactosa o presentan otras alergias resulta una opción ideal. De igual manera, la leche de arroz es naturalmente dulce, por ello puede tener ese sabor dulce.

Este tipo de leche puede ser fortificada con vitamina D y calcio; sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no recomienda basar la dieta en el arroz, especialmente para los menores, pues podría ser una fuente de arsénico inorgánico que podría representar un riesgo para la salud de bebés y niños.

5. Leche de coco (sin azúcar)

Es más conocida como "bebida de leche de coco", debido a que hay una "leche de coco" que se usa para cocinar y viene en lata, pero la que se utiliza como "bebida lactosa" está mucho más diluida. Este tipo de leche vegetal puede ser adicionada con vitaminas A, D y calcio, aunque no los contiene de forma natural.

Una desventaja importante es que es la que más grasa contiene de las opciones vegetales, aunque es nula en su aporte de azúcares y baja en grasas saturadas. Su sabor puede ser mucho más delicioso y no afecta a personas con alergias a la nuez.

Entre sus contras, esta leche puede contener carragenina, la cual puede causar problemas digestivos en algunas personas y además, su producción puede implicar daños ambientales y a otras especies.